lunes, 30 de noviembre de 2009

¿Quién es Luz Perly Córdoba Mosquera?

Un sol araucano que ilumina la resistencia campesina y sindical tras las rejas de la "seguridad democrática" en Colombia

por P’lante Colombia
30 de noviembre de 2004

Luz Perly Córdoba Mosquera es una ciudadana y patriota colombiana, dirigente campesina nacional en su calidad de secretaria general de la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria (Fensuagro-CUT), dirigente campesina regional como presidente de la Asociación Campesina de Arauca (ACA) y destacada defensora de derechos humanos de amplio reconocimiento nacional e internacional.

Mujer madre cabeza de familia, único sustento moral, afectivo y económico de dos niños menores de edad, uno de 9 años y otro de 14.

Su destacada labor en beneficio de los campesinos olvidados y maltratados de Arauca y en general de Colombia, le valieron en primer lugar una terrible persecución por parte de los grupos paramilitares y de miembros de las fuerzas militares estatales y organismos de seguridad en el departamento de Arauca. Ante las graves amenazas de muerte que colocaban en peligro su integridad física y moral al igual que la de su familia, fue beneficiada con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Actualmente, como producto de la política de "seguridad democrática" del Gobierno, caracterizada entre otras por la persecución y penalización de la protesta social y sindical, luego de haber sido desplazada de su región por la fuerza de las amenazas contra su vida, y pese a ello haber continuado con su labor de denuncia y su trabajo en favor de los campesinos colombianos, la policía política del Estado (DAS) del departamento de Arauca se dio a la tarea de organizar un proceso-montaje jurídico-político contra toda la dirigencia de la ACA.

Como consecuencia de lo anterior, la dirigente campesina, líder sindical y defensora de derechos humanos Luz Perly Córdoba Mosquera se encuentra injustamente detenida en la cárcel del Buen Pastor de la ciudad de Bogotá desde el día 18 de febrero de 2004.

Una vida de lucha y sacrificio al servicio de su pueblo

Luz Perly Córdoba Mosquera es una mujer de origen social popular, de ascendencia campesina e indígena, nacida en una vereda del municipio de Arauquita (Arauca). Siendo apenas una niña como muchas de las adolescentes de las regiones rurales del país, ante los rigores de la condición económica de pobreza se vio obligada a abandonar su núcleo familiar para dirigirse a la capital del Arauca, donde tan sólo con 11 años de edad trabajó como empleada domestica en el día y estudiaba por las noches.

Ya desde las tempranas aulas y ante el desconcierto económico propio y de los habitantes de la región que a pesar de la creciente explotación petrolera en el departamento lo único que recibían era más impuestos pero ningún beneficio de tan lucrante actividad, empezó un cuestionamiento de por qué si su departamento estaba produciendo riquezas por la explotación del petróleo, tantas niñas y niños como ella no podían estudiar de una manera normal como lo hacían los hijos de los grandes hacendados y ganaderos de la región. Por el contrario, ella y los demás niños de escasos recursos económicos debían sacrificar sus horas de sueños y juegos infantiles trabajando de día y estudiando de noche para poder arañarle a la vida una oportunidad para superarse. Las muñecas, balones y juegos siempre se embolataron entre las labores domesticas y los sueños infantiles se espantaron por el obligado trasnocho del estudio nocturno.

La anterior situación que era y es el común denominador para los hijos de los campesinos pobres del país, el estado critico de la educación publica en el departamento y los cuestionamientos, así como las angustias de sus compañeros de aula y profesores, la llevaron a comprender, además de sus actividades académicas de la secundaria, que la situación debía cambiar, que ello sólo se lograría con la unión y participación activa de todos los afectados por esa común condición y situación, que sólo mediante la lucha organizada de todos se podrían alcanzar soluciones para todos. Que solamente la unión hace la fuerza y que esa fuerza era la única alternativa para reclamar sus derechos. Allí comprendió que como seres humanos tenían derecho a una vida digna, a una educación gratuita, a la salud, a la cultura, al deporte entre otros.

A los 13 años se inició como militante de la Juventud Comunista Colombiana (JUCO), ante el auge de la exterminada Unión Patriótica lideró conjuntamente con otros jóvenes una serie de propuestas departamentales entre ellas una de las más importantes la denominada "sembrar el petróleo en la juventud araucana", la cual impulsaba que se invirtiera el 3% de las mal llamadas regalías petroleras para crear un fondo educativo para que se otorgaran créditos a los jóvenes de escasos recursos económicos con el fin de que pudieran acceder a estudios universitarios en otras regiones del país.

Su destacada labor al frente del movimiento juvenil en Arauca, teniendo tan solo 14 años, le valió su designación como secretaria departamental de la JUCO. Claro, ello también le valió las primeras amenazas contra su vida, ante lo cual tuvo que asumir su primer desplazamiento forzoso de su querida Arauca. Conoció como miles de jóvenes colombianos la aborrecible intolerancia de quienes no estaban dispuestos a permitir que los jóvenes construyeran sus sueños de un mejor futuro.

Con su maleta de libros e ilusiones se desplazó al departamento del Huila, donde se destacó como dirigente estudiantil. Allí a sus 15 años, con la fuerza y entusiasmo que siempre la han caracterizado, fue elegida como secretaria de la JUCO en el Huila y presidenta departamental de la Unión Nacional de Estudiantes de Secundaria (UNES). Entre las labores mas importantes que desarrolló en el Huila, fue el luchar por el derecho y defensa de la educación pública, la tarifa diferencial en el transporte para los estudiantes. Estas propuestas que se presentaron a los gobiernos departamental y nacional fueron respondidas con violencia. En ese periodo se arreció la guerra sucia y el terrorismo de Estado. Ello se tradujo en desapariciones, asesinatos y toda suerte de persecuciones a los dirigentes de la JUCO y UNES.

En el marco de la anterior situación y cuando apenas contaba 17 años, Luz Perly Córdoba Mosquera vivió, al igual que hoy, uno de los capítulos mas aberrantes de su vida. Hallándose en los tres meses de gestación de su hijo mayor, fue detenida ilegalmente por el Ejército Nacional en la ciudad de Neiva, conducida a la Novena Brigada fue torturada y violada sexualmente, luego de tres días de torturas y vejaciones fue botada en un paraje solitario de la ciudad. Este hecho quedó en la absoluta impunidad pues la detención nunca se registró y era la palabra de una estudiante contra miembros de una institución militar del Estado. Una vez más su gesta por construir un futuro mejor para los jóvenes de Colombia fue respondida con alevosía y salvajismo, esta vez por el actuar cobarde y cruel de miembros de las fuerzas militares estatales.

Luego de este horrible capítulo y ante las insistentes amenazas de muerte y persecución, regreso a su querida Arauca. Allí estudio en el SENA secretariado y contabilidad, simultáneamente desarrollaba actividades de trabajo juvenil y comunitario. De igual forma trabajó como funcionaria de la alcaldía municipal de Arauquita en la secretaría de Educación y luego como asistente de dirección del Plan Nacional de Rehabilitación en Arauca. Allí dedico los fines de semana a trabajar en los barrios de autoconstrucción y gestión comunitaria, barrios hechos por el esfuerzo de personas pobres que luchaban por tener un techo donde abrigarse con sus familias. Las enormes dificultades que se presentaban en esos barrios, sobre todo la necesidad de personas capacitadas profesionalmente para ayudar a los viviendistas, la llevaron a plantearse la necesidad de capacitarse a nivel universitario para ayudar en mejor forma a las comunidades desprotegidas y menos favorecidas del Arauca.

Su afán de autosuperación y su decidido compromiso de capacitarse para aportar de manera más cualificada en las luchas de las clases menos favorecidas de su región, la llevaron a trasladarse a la ciudad de Bucaramanga (Santander), donde se dedicó a estudiar leyes en la Universidad Santo Tomás. De igual forma, el siguiente año de manera simultánea con sus estudios jurídicos, ingresó a estudiar administración pública municipal y regional en la Escuela Superior de Administración Pública.

Allí en Bucaramanga conoció las angustias y tristezas de los campesinos que venían desplazados de la región del Magdalena Medio, que eran víctimas de las cada vez más crecientes incursiones de los grupos de asesinos paramilitares. Nuevamente inició su trabajo a favor de los campesinos maltratados vinculándose a una asociación de desplazados que funcionaba en el municipio de Floridablanca (Santander). De igual manera se vinculó al trabajo de asistencia con un comité que trabajaba a favor de los presos políticos de Bucaramanga. Posteriormente se vinculó con la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra (ACVC), la cual asociaba en ese momento a unos 25 mil campesinos. Dentro de sus actividades más destacadas a favor de los campesinos de esa región fue su trabajo en la elaboración del Plan Integral de Desarrollo para el Magdalena Medio en Derechos Humanos.

En el año de 1999, y pese a los sacrificios económicos y de persecución, terminó su carrera de administración pública y una especialización en gerencia financiera y presupuestal para entidades públicas. Las difíciles condiciones de persecución paramilitar y de represión estatal en el trabajo del Magdalena Medio la obligaron nuevamente a desplazarse a su querida Arauca, regresando a su región a finales de 1999.

Nuevamente en las hermosas llanuras del Arauca, se vinculó al trabajo como funcionaria de la alcaldía del municipio de Arauca, trabajando como secretaria del área de Planeación. Allí asumió la responsabilidad de elaborar la parte social del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), pero también a su regreso a las tierras araucanas, encontró que muchas de esas tierras habían sido gravemente dañadas por cuenta de la contaminación dejada por la terrible explotación y exploración petrolera. Muchas de esas tierras y aguas que en otras épocas albergaban infinidad de especies de flora y fauna, así como una inmensa biodiversidad se habían perdido sin remedio para siempre y, lo más grave aun, la pobreza absoluta de los campesinos de la región se encontraba mucho más agravada y generalizada.

Esta pobreza en una región rica y la desesperanza trajo como consecuencia una situación más terrible para los campesinos, la aparición de los cultivos de uso ilícito (siembra de coca), única alternativa que el Estado colombiano dejo a los campesinos ante el abandono y como única manera de no dejarse morir de hambre. Con este panorama y en desarrollo de su trabajo dentro del POT, pudo visitar y compartir con muchos dirigentes campesinos y comunales con los cuales se identifico en la idea de conformar una gran asociación campesina para hacer frente a la grave situación del campesinado araucano y para encontrar bajo la organización alternativas de solución a los distintos problemas y necesidades de los campesinos; es así como en el mes de julio de 2002, nace en el municipio de Arauquita la Asociación Campesina de Arauca (ACA).

Desde sus inicios la ACA se fijó como objetivos fundamentales los siguientes:

- Elaborar y ejecutar un plan de desarrollo integral alternativo para el campo araucano, salido desde las propias comunidades, que fuera presentado a las administraciones locales y departamentales para ser incluido en los presupuestos establecidos.

- Promoción, protección y defensa integral de los derechos humanos, económicos, sociales y culturales de los campesinos de Arauca y de todo el país.

- Sustitución manual y concertada de los cultivos de coca a cambio de verdaderos planes de inversión social para la región.

- Discusión de una verdadera política petrolera de cara a las graves necesidades del pueblo araucano, que partiera de evaluar e indemnizar los daños ambientales ocasionados por la sobreexplotación petrolera hecha por las multinacionales, donde se fijara una nueva política de inversión social de los recursos económicos de las mal llamadas regalías petroleras.

- Capacitación e implementación de la producción agrícola y pecuaria limpia, evitando la praderizacion de la zona y fomentando la agricultura orgánica como única forma de proteger la salud y un medio ambiente sano.

En el mes de agosto de 2003, ante las graves amenazas contra su vida, su integridad física y moral, producto de la persecución paramilitar y de la complicidad de los organismos de seguridad del Estado colombiano, Luz Perly Córdoba Mosquera fue protegida con medidas cautelares de protección por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA.

Pese a ello, y ante el inminente peligro de su vida y la de su familia, se vio una vez más obligada a desplazarse de su bella Arauca hacia Bogotá, desde donde continuó su trabajo a favor de los campesinos del país, al frente de la secretaría general de Fensuagro-CUT, encargada del departamento de Derechos Humanos y como presidenta de la ACA.

La intolerancia de sectores reaccionarios del Estado en cabeza de miembros de los organismos de seguridad, luego de organizarle un vulgar montaje jurídico político, entre el DAS y la Fiscalía colombiana, desde el 18 de febrero de 2004 (285 días y noches) la han arrancado con la fuerza de la arbitrariedad de sus menores hijos, de sus amigos queridos y familiares, de su compañero, de sus compañeros de trabajo sindical y campesino, de sus campesinos y de su querida Arauca.

Ya encarcelada y como respaldo a su labor, a su entrega y sacrificio, Luz Perly Córdoba Mosquera ha sido reconocida y galardonada con las siguientes expresiones de solidaridad y fraternidad:

- Premio de paz 2004 del gobierno de Dinamarca.
- Postulación dentro de las mil mujeres al Premio Nobel de Paz.
- Celebración de audiencia especial en el Parlamento Europeo.
- Cientos de comunicados nacionales e internacionales de apoyo y solidaridad con su situación y su causa.
- Infinidad de actos y manifestaciones por su libertad

Esta es la hoja de vida de Luz Perly Córdoba Mosquera, una mujer madre y padre de dos niños menores, luchadora colombiana de la causa de los campesinos y defensora de los derechos humanos. Esta es la historia de una mujer acusada por estas actividades de rebelde y narcotraficante por orden de la "seguridad democrática" del actual gobierno colombiano. Esta es la historia de una mujer que desde los 11 años se ha atrevido a soñar y luchar por una patria más justa para todos los colombianos y que hoy la intolerancia de quienes ven en esos sueños un grave peligro para sus mezquinos bienes y propiedades la mantienen encarcelada de manera injusta. Esta es la vida de una mujer que pese a todos los sufrimientos y persecución que sufre, no renuncia a sus más queridos sueños y proyectos de ver en Colombia una paz para todos con justicia social.

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