martes, 30 de junio de 2009

ENTREVISTA PERSONERO DE SOACHA

“Estamos solos en la> mayoría de los casos” > Por: Cecilia Orozco Tascón / Especial para> El Espectador junio 14 de 2009. > Habla el Personero que buscando jóvenes> desaparecidos en Soacha encontró las primeras pistas de los> falsos positivos. > > Foto: David Campuzano - El> Espectador > El> personero Fernando Escobar dice que 126 personas y familias> de Soacha han recibido amenazas entre marzo de 2008 y junio> de 2009. > Denuncia incremento de persecuciones a madres> de los asesinados y a grupos de adolescentes,> “revictimización” de los desplazados y un rebrote de> panfletos con órdenes de expulsión o amenazas de> muerte. > Fernando Escobar, un anónimo Personero de> Soacha, nunca pensó que iba a ser más protagonista de las> noticias que la gran mayoría de los funcionarios del país,> y se incluyen entre éstos pesos pesados de la política> como los ministros y los alcaldes de las principales> ciudades. Lo paradójico es que pocos se acuerdan de su> nombre y su apellido. Sin embargo, no hay duda de que su> cargo sí quedará grabado por mucho tiempo en la mente de> los colombianos, desafortunadamente debido a un asunto> trágico y vergonzoso para Colombia: la práctica criminal> de ejecutar a jóvenes de los barrios marginales (13 de> ellos de Soacha) para presentar sus cadáveres como bajas> efectuadas en combates> militares. > El Personero de esa población que se ubica> en las goteras de Bogotá, fue el primero que descubrió y> denunció este tipo de homicidios. Transcurrieron meses> antes de que alguien le pusiera atención. Cuando al fin> sucedió, la información pasó de ser un rumor local a un> escándalo de tales proporciones que aún se desconocen sus> consecuencias en materia de sanciones internacionales para> el país. > Pero después del doloroso estupor inicial,> ha empezado a evaporarse la atención pública y a> enmarañarse el juicio de los responsables. El régimen,> entendido como el grupo de personas e intereses que manejan> las entidades oficiales, ha reaccionado con manifestaciones> verbales de condena, de un lado; y con las consabidas> acciones silenciosas —pero efectivas— de defensa de la> supuesta “institucionalidad”, del otro. Por eso, el> Personero ha vuelto a sentir la soledad del principio> aunque, según acepta, en ocasiones su despacho y los> habitantes de Soacha han sido acompañados por algunos> órganos humanitarios, especialmente cuando el clima social> de ese conflictivo entorno entra en> picos de crisis, como el que se siente ahora: madres de> los asesinados están siendo amenazadas, entre otras> razones, para que no presenten demandas contra el Estado;> grupos neoparamilitares, proguerrilleros o de origen> desconocido han reactivado sus hostigamientos y tienen el> foco de sus odios puesto en los desplazados, una población> que es perseguida a donde quiera que vaya; la estrategia de> intimidación por intermedio de panfletos amenazantes se ha> generalizado y las listas de futuros muertos o con órdenes> de expulsión inmediata se convirtieron en el medio más> común de información. El personero Escobar denuncia todo> lo anterior y habla, específicamente, de ocho adolescentes> que tuvieron que abandonar de un día para otro sus casas> antes de morir a manos de los sicarios, y de un informe de> violencia que acaba de elaborar su despacho y que refleja el> alarmante cuadro de un paraestado criminal sin control del> Estado> formal. > Cecilia Orozco Tascón.- ¿Hay amenazas en Soacha> contra quienes denunciaron los mal llamados falsos> positivos? > > Personero Fernando Escobar Franco.- La semana> pasada llegaron a esta Personería amenazas de atentado con> objeto explosivo. No descartamos que se trate de una> retaliación por nuestras denuncias en la medida en que> aquí hemos hecho visible el tema de los falsos positivos.> Pero como nosotros también tenemos que ver con otros> asuntos humanitarios, por ejemplo, atención a grupos> desplazados por la violencia, desplazamiento> interurbano o protección a habitantes que han sido objeto> de amenazas, no nos atrevemos a señalar cuál sea el> verdadero motivo para que se desencadenen esos fenómenos.> De otro lado, sí sabemos que algunas familias de los> jóvenes asesinados en los falsos positivos han sido objeto,> recientemente, de presuntas amenazas. > C.O.T.- ¿Cómo y quiénes fueron> amenazados? > > F.E.F.- Tres madres que perdieron a sus hijos> por los falsos positivos han dicho que tienen la percepción> de haber sido seguidas. También contaron que personas> sospechosas se han acercado a su residencia a indagar por> ellas y que algunos otros integrantes de su familia han> recibido llamadas amenazantes. > C.O.T.- ¿De qué tipo? > > F.E.F.- Les hacen saber que no deben acudir a> las convocatorias de las organizaciones humanitarias que> tratan el tema de los falsos positivos. Ellas han dicho que> también las instaron a que no actuaran contra el> Estado. > C.O.T.- ¿Ha recibido información sobre amenazas> a otros habitantes de Soacha? > > F.E.F.- Acabamos de terminar un informe de la> Personería sobre el tema. Tenemos registros de que hay 126> personas y familias de Soacha que han recibido diferentes> tipos de amenazas en el período comprendido entre marzo de> 2008 y lo que va de junio de 2009. > C.O.T.- ¿Qué datos relevantes tiene el> informe? > > F.E.F.- Los denunciantes indicaron que 78> amenazas del total de 126 provienen de grupos que ellos> identifican como paramilitares; les adjudican 21> intimidaciones a las Farc, 10 a la delincuencia común, dos> a agentes del Estado y en los otros 14 casos, las víctimas> no pueden determinar quiénes eran los presuntos> responsables. Pero lo que más nos preocupa es que después> de un mes (marzo) de este año sin denuncias, hubo un> incremento fuerte: 11 en abril y 26 en mayo. > C.O.T.- ¿Qué explicación puede tener este> incremento? > > F.E.F.- En estos meses aparecieron, con mayor> frecuencia, panfletos amenazantes en los sitios de vivienda> de unos sectores específicos de la población. Esa> modalidad ha podido incidir en la cifra final. Hemos> encontrado que un alto porcentaje de los amenazados son> personas desplazadas: 81 de las 126 (ver parte superior de> la página). Eso indicaría que hay una fuerte tendencia a> revictimizar a los desplazados. Es> significativo que en ocho casos de amenazas a desplazados,> un familiar de cada uno de ellos hubiera sufrido> reclutamiento forzoso en la zona de expulsión, y que otros> 19 hubieran sufrido un intento de> reclutamiento. > C.O.T.- ¿Ese dato final que usted anota podría> indicar que los grupos armados ilegales que desean reclutar> jóvenes los persiguen hasta el sitio donde se trasladan, en> este caso Soacha? > > F.E.F.- Nos preocupa que se esté dando el> fenómeno de revictimización de las personas que han sido> objeto de desplazamiento. Que de alguna manera se estén> extendiendo las causas de los desplazamientos desde los> territorios originales a Soacha. > C.O.T.- ¿Significa eso que los grupos> persecutores tienen una organización que les permite> movilizarse por el país para ubicar y perseguir a sus> víctimas? > > F.E.F.- No sabemos si existe esa unidad de> acción. Sólo queremos poner de presente los casos que> hemos conocido y no nos atrevemos a hablar de ninguna> hipótesis, porque no tenemos facultades de Policía> Judicial para investigar. Pero nos preguntamos si> modalidades como la de los panfletos, que no sólo se está> usando en Soacha sino en otras zonas, son una señal de que> hay algún tipo de articulación que está permitiendo el> desarrollo de una estrategia> determinada. > C.O.T.- ¿No cree que los panfletos cumplen> su cometido si la gente se atemoriza, aun sin saber si esos> anónimos constituyen una amenaza> seria? > > F.E.F.- Es cierto que las amenazas escritas,> incluidas las denominadas listas negras, se han utilizado en> el territorio de Soacha y en Ciudad Bolívar desde hace> mucho tiempo como una estrategia de intimidación o como un> mecanismo de advertencia. Hay quienes consideran que los> panfletos no tienen un carácter letal inminente. Pero dado> lo que ha ocurrido en Soacha, en donde después de que> alguien que aparece en una lista ha sido ejecutado, en la> Personería hemos considerado que este tipo de amenaza debe> ser tomado con muchísima seriedad. Hace unos días, en> trabajo conjunto entre la Defensoría del Pueblo, Pastoral> Social de la Iglesia Católica y Personería de Soacha,> adelantamos una acción para retirar de la zona a ocho> jóvenes amenazados. Hoy se encuentran protegidos. También> hemos advertido,> aunque no tenemos las cifras consolidadas, que han> aumentado los homicidios en Soacha durante los últimos> meses. Esperamos que los órganos de Inteligencia del Estado> y la justicia nos digan si esos crímenes tenían que ver> con las amenazas de los panfletos o> no. > C.O.T.- ¿En las recientes amenazas escritas> hay características diferentes? > > F.E.F.- Es la primera vez que se conoce un> modelo similar de amenaza que se activa en varias partes del> territorio colombiano simultáneamente. Los panfletos> también circularon, al tiempo, en diversos sectores de> Soacha: Comuna Cuatro, en Altos de Cazucá; Comuna Seis,> Comuna Tres y Comuna Uno. Este fenómeno no se había dado> antes aquí. > C.O.T.- En cuanto al contenido de los> escritos amenazantes, ¿hay alguna variación> notable? > > F.E.F.- Los panfletos continúan ocupándose> de sectores sociales específicos, lo que hace pensar en un> proceso de la mal llamada “limpieza social”, que amenaza> a prostitutas, homosexuales, expendedores y consumidores de> droga y también tienen como objetivo de amenazas a los más> jóvenes de la población. > C.O.T.- El ex ministro de Defensa Juan Manuel> Santos dijo en su momento que quien recibiera un panfleto> debería romperlo en la cara del que se lo entregara. ¿Es> posible y, sobre todo, es conveniente que la víctima asuma> esa actitud? > > F.E.F.- Eso depende de las concretas> circunstancias y del temor que se pueda derivar de la> amenaza. En cuanto a la conveniencia de actuar directamente,> preferimos que el evento sea puesto en conocimiento de la> autoridad. > C.O.T.- ¿Pero es conveniente asumir actitud> de confrontación frente al> asesino? > > F.E.F.- No creo de ninguna manera prudente> hacerlo, pero respeto la opinión del ex> ministro. > C.O.T.- ¿Por qué tuvo que salir huyendo de> Soacha el grupo de jóvenes al que se refirió y qué edad> tienen ellos? > > F.E.F.- Son ocho jóvenes que están entre> los 12 y 17 años de edad, salvo uno que tiene 19.> Recibieron amenazas en el sentido de retirarse de la zona o> ser asesinados. Ellos pusieron esos hechos en conocimiento> de la Personería y la Defensoría. Discretamente, decidimos> ayudarlos a salir, sin comentar el asunto con las> autoridades de policía, pues fue una petición que nos> formularon ellos y sus familiares. Y, en estos casos, hemos> tratado de actuar acatando las recomendaciones que nos hagan> los ofendidos para evitar incurrir en un riesgo innecesario> o para que no se interprete mal alguna acción que> hagamos. > C.O.T.- ¿Le comprendí mal o este grupo de> jóvenes pidió no informarle a la policía> local? > > F.E.F.- Entendió bien. Ellos querían que> el caso se manejara directamente entre la Defensoría, la> Personería y los organismos> humanitarios. > C.O.T.- ¿No querían> uniformados? > > F.E.F.- Desafortunadamente no aceptaban que> hubiera participación de algunos órganos del Estado. En> términos generales, la comunidad de Soacha conserva una> buena opinión de las Fuerzas Armadas, pero algunos sectores> tienen ciertas reservas en la medida en que los habitantes> no sienten que les otorgan credibilidad a sus denuncias.> También es posible que los falsos positivos hayan afectado> una parte de la institucionalidad y de la imagen de los> organismos de seguridad. > C.O.T.- ¿No es extraño que niños de doce,> trece o catorce años fueran amenazados de> muerte? > > F.E.F.- Por supuesto que sí.> > C.O.T.- ¿En esta tarea de protección de la> población amenazada la Personería a su cargo cuenta con el> apoyo de organismos nacionales e internacionales de derechos> humanos o está sola? > > F.E.F.- La verdad es que la gestión que> adelanta la Personería municipal es muy solitaria. Hemos> logrado un acompañamiento importante de la Defensoría del> Pueblo en temas específicos, y de organizaciones> humanitarias internacionales como Acnur, con cuyos> funcionarios instalamos una campaña de prevención de> reclutamiento el año pasado. Coyunturalmente, cuando hemos> solicitado apoyo de la Policía Nacional, también lo hemos> obtenido. Pero en la mayoría de los casos estamos> solos. > C.O.T.- ¿La Alcaldía de Soacha acompaña a> la Personería en la defensa de la población o> no? > > F.E.F.- Tenemos la sensación de que hay una> lectura diferente por parte de la administración municipal> en Soacha sobre este problema> social. > C.O.T.- ¿En qué consiste la diferencia de> ‘lectura’? > > F.E.F.- Por ejemplo, cuando nosotros> hablamos de los riesgos de la población joven o de los> riesgos de los panfletos, siempre nos han contestado que no> hay homicidios relacionados con los panfletos o que no se> puede afirmar que haya un carácter letal detrás de las> simples amenazas escritas. Entendemos que la administración> municipal adelanta unos programas de intervención social en> los territorios. Y en el caso de la atención humanitaria a> los desplazados, trabajamos> articuladamente. > C.O.T.- Pero no me contestó: ¿La Personería se> siente acompañada por la Alcaldía o no? > > F.E.F.- Esa es una pregunta bien compleja de> contestarle. > C.O.T.- ¿Y eso que quiere decir? > > F.E.F.- Que no es posible agotar en unas> líneas la complejidad de la problemática social de Soacha> y las distintas miradas que suscita. Me preocupa que la> acción de la Personería terminé desgastada y sin> credibilidad. > C.O.T.- A mí me parece que lo que pasa es que> usted está arando en el desierto. > > F.E.F.- No. Es posible que seamos optimistas,> pero la visibilidad que le han dado los medios de> comunicación a esta situación social tan grave hace pensar> que se está avanzando y que se castigará a los> responsables. > C.O.T.- A propósito, ¿la seguridad democrática> ha llegado alguna vez a Soacha? > > F.E.F.- La seguridad democrática es una> estrategia implementada principalmente para zonas de> conflicto armado. El tema de Soacha es considerado como un> tema de seguridad ciudadana… La verdad, no sé de qué> otra manera contestarle. Excúseme usted. > C.O.T.- No se preocupe, Personero. Ya me> respondió. > Uno de los colombianos más> amenazados > Fernando Escobar es uno de los funcionarios> con mayores riesgos de perder la vida en el país, por> el ejercicio de su cargo: > C.O.T.– Las amenazas contra usted y la> Personería, ¿se han incrementado y son más peligrosas> ahora? > > F.E.F.– Hay amenazas contra la Personera> delegada para los Derechos Humanos, contra una contratista> que trabaja temas relacionados con desplazamiento forzado, y> contra mí. Desde noviembre pasado a la fecha, he recibido> cinco amenazas. Unas, se las adjudicaban grupos> paramilitares de Cundinamarca; otras, llegaron a nombre de> las ‘Águilas Negras’; en algún momento llegó una> supuestamente de la columna Teófilo Forero,> y otras han sido anónimas. Allí dicen que están> esperando el momento para acabar con el “sapo del> Personero”. La Policía Nacional y el Ministerio del> Interior me aportan un buen esquema de seguridad. > > C.O.T.– ¿Cómo se ha alterado su vida en los> quince meses que lleva en la Personería? > > F.E.F.– De manera muy negativa por la> restricción para acudir a sitios públicos y por las> dificultades para compartir con la familia. Tampoco estaba> preparado para el nivel de exposición en los medios que me> ha tocado asumir. Nunca nos imaginamos la dimensión que> iban a tomar los temas de Soacha. > C.O.T.– ¿Había pensado alguna vez que le> tocaría vivir este rol? > > F.E.F.– Absolutamente no. Jamás me> imaginé terminar viviendo semejante situación.> > Los perseguidos > Un informe elaborado por la Personería de> Soacha con datos de 2008 y lo transcurrido de 2009 muestra> un fuerte rebrote de la violencia y las amenazas. Un dato> significativo es el de la persecución a los desplazados: de> 126 amenazas, 81 se hicieron contra esa población. De esas> 81 amenazas, 41 fueron ejecutadas por neoparamilitares y 30> por las Farc. > > > > > >

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