jueves, 17 de diciembre de 2009

DE LOS CONTRATOS CONCESION A LOS ENCLAVES COLONIALES Y EL DESPOJO Y EL DESPLAZAMIENTO FORZADO DEL CAMPESINADO

Autor: Ing. Juan E. García R.
Bogotá


Los CONTRATOS CONCESION, esta modalidad de contratación realizada en forma exclusiva y directa por el presidente de la República y sus ministros con las corporaciones transnacionales del imperialismo; permite el saqueo a cielo abierto y a plena luz del día de todos los recursos naturales de nuestra patria y el despojo de los bienes y propiedades del campesinado.



ANTECEDENTES HISTORICOS DE LOS CONTRATOS CONCESIÓN


En el proceso de cómo un poblado olvidado en una apartada región del hoy conocido magdalena medio se transformó en el enclave colonial yanqui se puede describir así: Barranca se vuelve oficialmente Puerto Santander en 1868, y lo decreta corregimiento en 1881 por disposición del Presidente Solón Wilches. Años más tarde, Bucaramanga se convierte en la capital del Estado de Santander y este se extiende en más de 30.000 km cuadrados. Se puede dividir en partes iguales de norte a sur; El poblamiento mestizo con una administración y poder central apenas cubre la mitad oriental, los otros 15.000 km cuadrados hasta el rio Magdalena, sigue el territorio de los yarigüies y, lo será por poco tiempo, pues, estos flotan sobre un lago de petróleo; de estas, 2¨000.000 de has pasaran a ser de la concesión registrada a nombre de un individuo: Roberto De Mares otorgada por el Presidente Rafael Reyes en 1905.


Barrancabermeja surge como municipio a partir de un enclave colonial petrolero yanqui, el 27 de abril de 1922. La Asamblea Departamental de Santander crea mediante Ordenanza, después que el embajador Yanqui en Bogotá, hiciera aprobar una ley para ese propósito en el Congreso de la República ; con el único propósito de disponerle unas instituciones “ Legalmente competentes” y una fuerza policial suficiente a ordenes del Estado Mayor de la Tropical Oíl Company para someter a la esclavitud a más de 4.000 trabajadores en los campos petroleros y desalojar a los colonos ubicados dentro del millón de hectáreas de la concesión De Mares.


Se inicia así un nuevo aparato administrativo con un alcalde y su secretario, un juez, y dos secretarios de despacho, un jefe de policía con 30 agentes…… y dos maestros de escuela. La fuerza policial al mando de Martiniano Balbuena, quien es a la vez inspector de Hidrocarburos de la Tropical Oíl Company
La concesión de De Mares abarca 6 municipios: Betúlia, San Vicente de Chucuri, Zapatoca, Simacota, y por el sur del Rio Opón, Landázuri, y Cimitarra.



LA GUERRA CIVIL DE LOS MIL DIAS Y EL ENCLAVE COLONIAL YANQUI DE BARRANCA



Ante la imposibilidad de obtener la derogatoria de una ley que otorgaba facultades extraordinarias al presidente de la república y la adopción de una ley de prensa y un sistema electoral que garantizara la pureza del sufragio, los liberales seguidores del general Rafael Uribe Uribe en agosto de 1899 se lanzaron a una guerra, que algunos miembros del gobierno esperaban con gusto e incluso creyendo que seria una confrontación de tres meses que dejaría fortalecido el mando conservador. ( Varela. L. y otros - - ).
Esta confrontación conocida en la historia de Colombia como la guerra de los Mil Días, fue la más violenta y prolongada que hasta entonces hubiera experimentado el país y dejó como resultado la muerte de casi 100.000 compatriotas. Después de tres años de contienda, ante los triunfos amenazantes del general liberal Benjamín Herrera en Panamá, el gobierno consiguió el desembarco de la infantería de marina de los Estados Unidos en dicho departamento.
El apoyo se obtuvo a cambio de firmarse un tratado ventajoso para la construcción de un canal interoceánico. Bajo estas circunstancias, Rafael Uribe Uribe firmó un tratado de paz con el gobierno que ofrecía una amnistía para los liberales. Poco después, el 21 de noviembre de 1902, a bordo del buque estadounidense Wisconsin, Benjamín Herrera firmó el tratado definitivo con el cual concluyó la guerra civil tradicional de comienzos del siglo X X. ( Varela. L. y otros - - ).


En este episodio vergonzoso de nuestra historia, por el cual Colombia pierde al Departamento de Panamá, es necesario recordar que el general Rafael reyes se encontraba en Washington como Embajador Extraordinario negociando la entrega de Panamá, el resultado de su gestión es la intervención mercenaria de la marina americana para derrotar militarmente a las fuerzas liberales que comandaba Benjamín Herrera y la firma del tratado el tratado Herrán – Hay por el gobierno conservador con los Estados Unidos, comprometiendo en materia grave, la soberanía y la integridad nacional, pues, cuando el Congreso rechaza el tratado para la construcción del canal, el imperio Yanqui invade a Panamá y lo convierte en un protectorado, estableciendo junto con el canal un enclave militar, desde donde fragua toda clase de agresiones contra América Latina en las décadas siguientes; Luego, la burguesía latifundista y comerciante rica que gobierna en Bogotá canjeara la soberanía nacional por 25 millones de dólares, en el escenario de las negociaciones para el establecimiento del enclave colonial yanqui petrolero de Barrancabermeja todos.


Rafael Reyes, el dictador gobernando a Colombia desde el palacio de San Carlos, es el hombre más útil a los interese imperialistas yanquis, el más obsecuente a las políticas expansionistas de Teodoro Roosevelt, el del gran garrote (Big Stick), Reyes auspicia la autorización de traspaso de las concesiones de De Mares y Barco desde 1905 favoreciendo la penetración de las trasnacionales petroleras con la consolidación de enclaves yanquis. Igual cosa hizo con la entrega de una extensa región en la costa atlántica a La compañía bananera United Fruit Company. Reyes pasó del negocio del comercio de esclavos para las compañías caucheras y del negocio del caucho como socio de la criminal casa cauchera, La Casa Arana, la terrible Casa Arana, Reyes en este momento pasa al negocio de vender, por pedazos el territorio nacional a las compañías yanquis. Eduardo Lemaitre escribió:
“…..el dictador se entendía por debajo de cuerda con las potencias extranjeras para vender nuevos pedazos del territorio nacional y hacia depositar sumas fabulosas de dinero en cuentas del exterior….”( APRILE, J. - - )…

La trama teatral elaborada por la burguesía y sus círculos gobernantes en Bogotá que actúan desde el palacio de la presidencia de la República y desde el Congreso de la República, consistió en:


1 – PRIMER ACTO: El general Rafael Reyes, en su calidad de Embajador Extraordinario, negocia la entrega del departamento de Panamá con el gobierno de Theodore Roosevelt en Washington a cambio de que este emplee la marina estadounidense para derrotar allí a las fuerzas liberales que dirige el general Benjamín Herrera y finalizada la guerra civil de los Mil Días. Simultáneamente, éste embajador extraordinario sostiene negociaciones secretas con los agentes de las petroleras como la Standar Oíl y se busca a un aventurero en Europa como Roberto De Mares para el futuro negocio de una concesión petrolera.


2- SEGUNDO ACTO : Derrotadas las fuerzas liberales y Panamá en manos de la marina de guerra yanqui y firmado el tratado Herrán – Hay entre los gobiernos de Bogotá y Washington, por medio del cual, se establece un contrato lesivo para la nación, con el objeto de construir un canal interoceánico en Panamá.


3 – TERCER ACTO: Conocido el tratado Herrán - Hay, latifundistas, comerciantes y banqueros en su calidad de senadores y representantes, en le Congreso de la República en acto de supuesta defensa de la soberanía nacional, se desgarran las vestiduras, fingiendo un dolor de patria que jamás sintieron, pues, por debajo de la mesa se mueven los negocios petroleros y una futura negociación de 25 millones de dólares de indemnización por la ocupación y separación de Panamá. El. Congreso de la República decide desconocer dicho tratado con dos propósitos: en primer termino salvar la responsabilidad política, que le cave en tales episodios y en segundo lugar, en aparente provocación al imperio yanqui, motivar la declaratoria del Presidente de Estados Unidos la toma de Panamá, de hecho, ….. ¡Ya estaba ocupada!....
4 – CUARTO ACTO: Rafael Reyes se posesiona como presidente de Colombia y comienza la veta a pedazos del territorio nacional a través concesiones petroleras para el establecimiento de los enclaves coloniales yanquis por 25 millones de dólares, negociaciones que durarían mas de 19 años en concretarse. Todos en Bogotá, tanto en el palacio de San Carlos como en el Congreso de la República (liberales y conservadores), están en los acuerdos que se desarrollan por debajo de la mesa con el gobierno de Washington y las petroleras. Como cocodrilos esperan ansiosamente los 25 millones de dólares. Por eso cuando el Presidente Suarez expide un decreto con cierto sabor nacionalista pierde el respaldo político en el Congreso de La República y lo obligan a renunciar.
5 – QUINTO ACTO: Estados Unidos compra un enclave colonial yanqui petrolero por 25 millones de dólares y envía a la misión Kemmerer para que se los reparta. Fin del sainete y comienza la danza de los millones en los gobiernos conservadores de Pedro Nel Ospina y Miguel Abadía Méndez.


A partir de este momento toca sopesar la política de adjudicaciones con la de concesiones, ambas actúan en forma contradictoria. De hecho, prevalece la segunda, negando la primera; no obstante, el Estado sigue dando en propiedad a los colonos tierras que tiene arrendadas a las petroleras. En forma, más que ambigua, pretende satisfacer a los campesinos colombianos, pero sin perjudicar a las empresas extranjeras. Sin vacilar, ampara a los concesionarios petroleros yanquis.


El golpe más duro lo reciben los campesinos de manos del ministro Esteban Jaramillo, cuando bajo los dictados de los petroleros, da a conocer la revolución del 14 de 1921, determinando el limite oriental de la concesión a la Tropical Oil Company. Enseguida, estallan las confrontaciones, tanto jurídicas como armadas, en la región de la llana, persistiendo a lo largo de los años 1921 y 1922; en los alrededores de los campamentos de las infantas y la cira, estallan otros conflictos entre colonos y petroleros hacia mediados de 1922.
Con anterioridad, un telegrama proveniente de Barranca puesto en Puerto Wilches, en enero de 1922, y dirigido al ministro precisa esta situación y confirma el servilismo de los funcionarios locales (Fondo Baldíos, tomo 50, folio 372), dice:

“Empleados de la TOC vulneran diariamente derechos colonos nacionales; actualmente atropellan nuestras propiedades legalmente adquiridas, toda solicitud de amparo ante autoridad esta es nugatoria.(…)”. Andrés A. Núñez, Agustín A. Núñez.


En octubre 23 de 1922 la Procuraduría General de la Nación, envía al Ministro de Agricultura y Comercio, la copia de un telegrama firmado en Barrancabermeja por 6 colonos (Fondo de Baldíos, tomo 50), puesto en el telégrafo de Puerto Berrio; es un memorial de atropellos de la Tropical Oil Company, una semana antes, el día 19 llegaron al campamento de las Infantas el alcalde y un representante de la empresa:
“… Allí acompañados jefe de policía departamental, bien armados, dirigiéndose a nuestras habitaciones y sus diligencias, termino preventivo llevaron efecto bárbaro violento, arbitrario despojo, sin que ninguno de nosotros, interesados estuviéramos presentes; destruyeron cerraduras, violentaron puertas, penetraron habitaciones, tiendas, sustrajeron todo cuanto había; remitiendo efectos camiones este puerto, arrojaron familias carretera; siguiente día provistos de tacos dinamita, bien armados, destruyeron edificios, antes haber disparado fusiles, habitaciones, solas sirvientas escaparon vida milagrosamente… etc…….”


Los CONTRATOS CONCESION, esta modalidad de contratación se convirtió en un negocio personal del presidente de la República y sus ministros con las corporaciones transnacionales del imperialismo; permite el saqueo a cielo abierto y a plena luz del día de todos los recursos naturales de nuestra patria y el despojo de los bienes y propiedades del campesinado mediante masacres cometidas por bandas de forajidos y de las fuerzas militares del Estado, al servicio de tales corporaciones y de los más oscuros intereses de la burguesía latifundista – militarista - mafiosa; sometiendo simultáneamente a la inmensa mayoría de nuestro pueblo a la esclavitud en favor de los intereses del imperialismo.


Este modelo de desarrollo impuesto por las corporaciones transnacionales, es el que entró en crisis a escala planetaria poniendo en peligro la vida de los pueblos del mundo y en especial, a los de América Latina.
Estas gigantescas corporaciones transnacionales en tiempos de crisis, direccionan los recursos del capital financiero, todos los avances de la revolución científico – técnica hacia la industria militar con el objetivo de reactivar las economías del imperialismo, tal como lo hicieron con Vietnam, o con Corea en su momento; Tales corporaciones ante la imposibilidad de realizar la ganancia por la súper - producción acumulada en bodegas, al no existir capacidad de consumo por parte de las masas populares, entonces recurre a la guerra para reactivarla.


En Washington, cada secretario de Estado es un representante de estas corporaciones, lo mismo ocurre en el Pentágono y en la CIA, allí cada general, almirante o mariscal es un socio de esas corporaciones y allí se define la guerra y allí se diseñan los planes militares de agresión contra nuestros pueblos.
La reactivación de la economía para las CORPORACIONES TRANSNACIONALES, por la vía de la guerra, la desarrollan a través de la venta de toda clase de armamentos y pertrechos y de la prestación de servicios de contratistas mercenarios en actividades criminales de guerra; todo financiado con prestamos concedidos por el Banco Mundial y El Fondo Monetario Internacional a las elites reaccionarias parapetadas en el poder del Estado; créditos que le costará a nuestro pueblo más sufrimiento, hambre y miseria.

Es en este contexto, en donde tiene lugar el famoso “Salto Estratégico” del imperialismo yanqui y dentro de la política de la seguridad democrática de Álvaro Uribe Vélez; acuerdo militar con el cual se establecen bases militares aéreas y marítimas en Colombia, se le permite a las tropas yanquis participar de manera conjunta con las nacionales en tareas de orden público y de control militar; además, gozaran de inmunidad diplomática, lo que significa que la justicia de Colombia no podrá someterlos a juicio por los desmanes y crímenes que cometan aquí.
Pareciera a simple vista, que el tal “Salto Estratégico” como una continuidad del “Plan Colombia”, pero, no es así. El lanzamiento de la l V Flota Naval de los Estados Unidos en el Caribe, recientemente y el acuerdo de las bases militares yanquis en nuestro país constituyen la base material de un plan militar de guerra en curso, destinado a incendiar a América Latina con el propósito ya anotado de reactivar su economía con la venta de aviones de guerra, tanques, cañones y toda clase de armas y servicios militares, cubiertos con empréstitos a las clases gobernantes más reaccionarias del continente.

Analizado desde esta óptica, la guerra comenzará por Colombia y las bases militares yanquis serán la plataforma de lanzamiento desde donde se atacará a los demás pueblos hermanos que hoy construyen procesos democráticos por fuera de los dictados de Washington. Es una guerra fría y criminalmente calculada y vienen por el petróleo de Venezuela y del Brasil, por el oro y la plata del alto Perú y Bolivia, la vio – diversidad de la amazonia, el uranio de Colombia, el salitre y el cobre de Chile etc. Etc.; con sus tropelías y el vasallaje, la esclavización de nuestros pueblos al imperio yanqui.

En suma, lo que persigue todo imperio con sus operaciones militares es el saqueo de las riquezas naturales y la esclavitud de los pueblos cuyas naciones quedan ocupadas por sus tropas y bajo el gobierno de sus lacayos.
Si el pueblo de Colombia y los de América Latina no se movilizan ahora en contra de esta escalada intervencionista, las bombas “humanitarias” de Washington caerán sobre nosotros y la bota militar imperialista entrara a masacrarnos en nuestras propias casas.

Léalo, reprodúzcalo y compártalo con sus amigos y vecinos-

Bogotá D. C. Noviembre 23 de 2009

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