El pasado 5 de noviembre del 2010, el Consejo Nacional de Acreditación, mediante oficio No. 002231, informo al Doctor JUAN CARLOS VERGARA SILVA, Rector de la FUAC, que en sesión del Consejo de los días 28 y 29 de octubre de 2010, luego de estudiar el informe de autoevaluación con fines de acreditación del programa de DERECHO, una vez oídas las partes y ponderadas las fortalezas y debilidades del programa hace una serie de recomendaciones para que alcance mayores niveles y puede ser presentado de nuevo al proceso de acreditación. -NO ACREDITO EL PROGRAMA DE DERECHO-
En marzo del 2008 hicimos una serie de observaciones que fueron profusamente difundidas a todas las autoridades de la Universidad sin ser escuchados, por ejemplo, frente a la observación de fortalecer la investigación para que los grupos alcancen una mayor visibilidad nacional e internacional; plantemos:
“Como lo hemos venido sosteniendo, la misión fundamental de la Universidad Autónoma de Colombia en los albores del siglo XXI, no puede ser otra que la de constituirse en el laboratorio para construir la paz en Colombia. A sus egresados les corresponde como tarea prioritaria la reconstrucción del proyecto político educativo así como la renovación de nuestro compromiso con la institución”.
Y agregamos:
“La pretendida solución de los problemas en docencia, investigación y proyección social mediante la expedición de resoluciones y acuerdos de carácter formal, sin atender a las necesidades del contexto social, ni tener en cuenta la participación real de los actores, profesores, estudiantes y egresados, ha conducido a un distanciamiento entre la universidad que con el esfuerzo mancomunado de todos los estamentos desarrolló el concepto de autonomía universitaria, en donde las políticas y planes institucionales fueran diseñados por el debate y la decisión del colectivo universitario”.
Con ello se quería decir que el problema de la enseñanza aprendizaje pasaba por crear condiciones para que nuestros egresados tuvieran un mayor impacto social. Generar propuestas que evitaran la deserción estudiantil la cual discutimos seriamente con el Señor Presidente de la FUAC.
Presentamos iniciativas hacia dar a conocer internacionalmente en programa con otras comunidades académicas, las cuales a pesar de ser valoradas por el Presidente, fueron frustradas y atacadas desde diferentes flancos llevando a que los egresados que hacíamos ese trabajo se nos marginara.
Presentamos proyectos que le permitieran a la Fuac la producción intelectual, pero estos proyectos fueron “excluidos” después de haber avanzado a través de varios entes de la Universidad sin explicación alguna.
En cuanto a lo de Bienestar Universitario se presentaron iniciativas a través de la representante de los egresados y todo lo contrario también se ataco tal iniciativa lo cual llevo al marginamiento de dicho programa.
Finalmente desarrollamos todo un programa hacia el consultorio jurídico y centro de conciliación, pero también fueron frustrados por el burocratismo y prácticamente todas las iniciativas quedaron en el vacio y nos llevo a una encrucijada frente a la acreditación, fuimos enérgicos frente a la pretensión de algunas autoridades de la Fuac, que creyeron que llevando al Señor URIBE VELEZ, en varias ocasiones a nuestra Alma Mater, así se iba a acreditar el programa.
Hoy hacemos un cordial llamado autocritico a todo todos los estamentos para que no desfallezcamos y que retomemos el camino verdadero a la acreditación, eso quiere decir, las orientaciones generales, consolidar una cultura de la evaluación de calidad, cuando la autoevaluación se realiza con fines de acreditación deben seguirse los criterios y características definidos por el C.N.A.
Debe la Fuac propiciar la participación democrática y amplia de toda la comunidad académica, para garantizar que el programa cumple con los más altos requisitos de calidad y realiza sus propósitos y objetivos.
Finalmente creemos que para una nueva solicitud de acreditación se deben tener en cuenta los lineamientos establecidos por la C.N.A. en especial, esos factores se expresan en la misión, estudiantes, profesores, proceso académico, bienestar universitario, organización y gestión, egresados entre otros. En este último aspecto habíamos dicho y ratificamos
“La tendencia de las políticas educativas en la Universidad Autónoma, pasan hoy por que los egresados tengan un programa mínimo que recoja las aspiraciones fundamentales reivindicaciones orientadas hacia la democratización de la universidad, el cogobierno (participación delos egresados en todos los estamentos de la Universidad), y por la financiación fundacional bajo sus principios que le dieron vida”.
En conclusión nos comprometemos con presentar una nueva propuesta para la acreditación del programa de derecho de alta calidad que se expresa en lo ya dicho:
“Los egresados queremos una universidad que se comprometa con el cambio social, una universidad que dada su vocación histórica y sus principios fundacionales contribuya a redimir a los sectores populares que no tienen acceso a otras universidades, construyendo un nuevo tipo de hombre y egresado portador de la racionalidad crítica y creadora que use los saberes como herramienta para el desarrollo del pensamiento y no como depositario de informaciones; un egresado con una visión política enmarcada dentro de una sólida identidad con nuestro proceso histórico nacional y conscientes del complejo cultural universal en que se encuentra, y de esta manera contribuya a formar profesionales para una verdadera democracia”.
Noviembre 30 de 2010.
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