ARAUCA: EL MACHIN QUE CONVIERTE LA SANGRE EN PETROLEO
Por: Centauro Tameño.
" El destino del ejército es guarnecer la frontera. ¡Dios nos preserve que vuelva sus armas contra los ciudadanos! "
(Simón Bolívar, 25 de mayo de 1826)
Luego de superada la morbosa espuma mediática de los medios estatales de comunicación colombianos, acerca de los CRIMENES DE LESA HUMANIDAD del que fueran victimas los niños tameños a manos de militares del Ejército de Colombia, es importante poner sobre el tapete algunos aspectos relacionados con estos imperdonables hechos de sangre y horror que se suman a la larga cadena de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad convertidos en una política permanente de Estado contra los ciudadanos humildes de la patria.
Arauca – Colombia – Sur América, posee entre sus desdichas, la desgracia terrible de tener bajo su suelo el MALDITO PETROLEO, cada gota del mortal líquido extraído por las multinacionales norteamericanas es pagada con la sangre y vida de los humildes moradores de esta región colombiana. El MACHÍN GRINGO (maquina de extraer petróleo) en Arauca funciona así: Mediante un incansable balanceo entre la avaricia y la muerte, acciona una bomba extractora en el fondo del corazón de los araucanos que succiona su sangre convertida en petróleo hacia la superficie. Para garantizar un resultado óptimo de la operación, la maquinaria es aceitada básicamente con dos lubricantes; el terror militar a cargo de las fuerzas militares y paramilitares estatales y la corrupción local y nacional que garantizan la patente de corzo necesaria para establecer la impunidad como norma permanente.
Ayer, bajo el manto criminal de la “Seguridad democrática” y hoy bajo el lema de la “Seguridad Ciudadana” el asunto es el mismo; Arauca es un departamento “rico” pero con el 90% de su población sumida en la pobreza.
Arauca esta militarizado hasta con militares norteamericanos, pero las fuerzas militares y de policía solo tienen ojos, oídos, manos y corazón para proteger los intereses de las transnacionales petroleras, los politiqueros corruptos del departamento y uno que otro terrateniente de la región, mientras los araucanos de a pie caen asesinados sin que nadie diga o haga nada.
Es en este contexto es donde ocurre la violación y asesinato de los niños tameños a manos de miembros de “Glorioso” ejercito de Colombia, claro esta, estos crímenes no son los únicos cometidos en la región y mucho menos en territorio colombiano.
Los crímenes de lesa humanidad contra los niños tameños.
Según el estatuto de la Corte Penal Internacional (CPI) con pleno vigor en Colombia, se denomina Crimen de lesa humanidad “cualquiera de los actos siguientes cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque:
a) Asesinato; …
f) Tortura;
g) Violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable;…”
i) Desaparición forzada de personas (secuestro).
Los hechos:
En Colombia, América del Sur, departamento de Arauca, municipio de Tame, en la vereda Temblador, sector de Flor Amarillo, vivían junto a su padre José Álvaro Torres en un humilde ranchito los niños Jimmy Ferney (9 años), Jefferson Giovani (6 años) y Jenny Narveiz Torres Jaimes (14 años).
El día Jueves 14 de Octubre de 2010, como de costumbre su padre José Álvaro Torres quien es un campesino que trabaja como labriego salio a trabajar a una finca cercana a las 4:00 AM, dejando a los niños menores al cuidado de su hermanita mayor la niña Jenny Narveiz dado que la madre Luz Amparo Jaimes no vivía con ellos.
En horas del mediodía, don José retornó a la casa en busca de una herramienta de trabajo que le faltaba y ya los niños estaban dispuestos para dirigirse a la escuela Caño Martín donde estudiaban distante a una hora de su casa.
Al anochecer, el padre volvió a su hogar buscó a los niños y no los encontró, preocupado al día siguiente salió en su búsqueda recorriendo la vereda pero nadie le dio razón de los niños dirigiéndose posteriormente al municipio de Tame a poner la denuncia.
Moradores de la región iniciaron la búsqueda y ya a finales de la noche del día 15 se encontraron con la fosa común donde los criminales habían botado los niños luego de asesinarlos para ocultar las sobras de su macabro festín.
El día sábado 16 entrada la noche la Cruz Roja Colombiana exhumó los cadáveres de los tres niños. Según las actas de necropsia indican que la niña fue violada (Abusada sexualmente) y asesinada. Murió por un "shock hiperbólico" producido por una serie de lesiones en cuello y tórax, causadas por arma corto punzante (Machete). Los niños Jimmy Ferney y Jefferson Giovani, sufrieron traumas "de un arma corto contundente (sic) en cráneo, tórax y abdomen", según estableció el dictamen de medicina legal de Arauca.
Ante la inocultable gravedad de estos CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD cometidos contra los niños Torres Jaimes, el valor de su padre don José Alvaro torres, la solidaridad y denuncia de los vecinos, se desplegó por parte de la fiscalia un operativo que vino a confirmar lo que ya todo el mundo sabia; la irrefutable responsabilidad intelectual y material por acción u omisión de oficiales, sub oficiales y soldados adscritos a la OCTAVA DIVISON, DECIMA OCTAVA BRIGADA, BRIGADA MOVIL No 5, BATALLON No 42 DE CONTRAGUERRILAS “ HEROES DE MAJAGUAL”, COMPAÑIA “BUITRES” del “glorioso” Ejercito de Colombia en el aleve crimen contra de los niños de Tame – Arauca.
Aunque la confesión “espontánea” del asesino subteniente Raúl Muñoz Linares, intenta desviar la investigación radicando toda la responsabilidad en este solo sujeto, se sabe por las circunstancias de modo, tiempo y lugar que el crimen no fue perpetrado por una sola persona y que hay mas militares que participaron en el hecho. Por su responsabilidad fueron destituidos: El teniente coronel GERMÁN BELALCÁZAR ARCINIEGAS, el teniente coronel JAMES EDINSON PINEDA PARRA, el mayor JAMES ALBERTO GRANADOS, el hasta hoy asesino confeso subteniente RAÚL MUÑOZ LINARES, el sargento viceprimero LUIS GIOVANNI TORRIJOS MEDINA, el cabo primero JUAN ESTEBAN SÁNCHEZ BONILLA y el cabo segundo RÓBINSON JAVIER CASTRO, además la fiscalia investiga a 60 militares en relación con estos hechos todos, adscritos a la BRIGADA MÓVIL NO. 5 del Ejercito.
Hoja de vida y prontuario del criminal Subteniente Raúl Muñoz Linares.
Nombre: Raúl Muñoz Linares
Nacionalidad: Colombiano
Cedula de ciudadanía No: 93’235.121 de Ibagué Tolima
Fecha y lugar de nacimiento: 12 de Agosto de 1984 Ibagué Tolima
Edad: 26 años
Padres: Jaime Muñoz – Rosalba Linares.
Estado Civil: Unión Libre.
Profesión: Oficial del Ejercito Nacional de Colombia.
El oficial del Ejercito de Colombia subteniente Raúl Muñoz Linares (Alias Tito), nació en Ibagué y estudio el bachillerato en Escuela Normal Nacional Integrada Fabio Lozano Torrijos de Falan (Tolima), posteriormente presto servicio militar en el Batallón Patriotas de Honda, en el 2005 inició su carrera como oficial en la Escuela de cadetes del Ejercito José Maria Cordoba, en 2008, Muñoz Linares se graduó como subteniente. Estuvo en Florencia, Caquetá, y luego realizo el curso de lancero en la base de Tolemaida.
Muñoz llegó a Arauca el 10 de agosto de 2010, procedente del departamento de Caquetá y fue destinado como comandante de la PATRULLA BUITRES, del Batallón de contraguerrillas No 42 Héroes de majagual adscrito a la Brigada Móvil 5.
El primer crimen de lesa humanidad cometido por MUÑOZ LINARES en Arauca, fungiendo como subteniente del Ejercito se remonta al día 2 de octubre de 2010, en la vereda Caño Limón(Municipio de Tame), exactamente a las 12:19, ese día, el sádico asesino se ausento de su guarnición militar con el pretexto de hacer "una necesidad" y regreso dos horas después con el uniforme mojado, fusil y machete en mano, le ordenó al peluquero de la unidad que le cortara el cabello hasta quedar rasurado.
Al día siguiente, una campesina de la zona se acerco a los militares para denunciar que su hija de 14 años había sido violada por un militar, ante la falta de atención por parte de los oficiales al mando del destacamento, la señora tuvo que recurrir a la fiscalia para denunciar el hecho.
Con sus ojos llenos de lágrimas narro como: “Su hijita de 14 años había sido sacada a empujones por un militar que tenía una pañoleta y que se metió a la casa aprovechando que no había ningún adulto. El hombre intimidó a los otros niños de la casa y se llevó a la menor hasta un matorral cercano, junto a unas charcas. Allí se quitó la pañoleta con que se cubría la cara y con esta vendó a la niña. Luego, la obligó a desnudarse y abusó de ella. "Después de que él hizo lo que quiso conmigo, me dijo 'báñese con esa agua'; le dije que no porque esa agua estaba sucia, y agarró el fusil con señas de golpearme. Entonces, le hice caso", le dijo la menor a la Fiscalía”. Este hecho solo vino a tener relevancia mediática luego del escándalo por el asesinato de los niños Torres Jaimes.
El jueves 14 de octubre de 2010, siguiendo el mismo modus operandi el criminal subteniente Raúl Muñoz Linares, según testimonio rendido por otro militar de la misma unidad se estableció: "Ese jueves, desde mi cambuche, vi salir al teniente Muñoz con un fusil y un machete como a las 12 del día. Se fue solo, pero no salió por el lado del centinela sino por el lado de mi cambuche, que era el último del campamento. Luego, recibí turno de guardia y a las 3:30 p.m. lo vi entrar: llegó con el machete y el fusil, venía todo lavado del cuello para abajo, como cuando uno se mete a una piscina".
El resultado de la macabra visita a la casita de los niños tameños: SECUESTRO Y DESAPARICIÓN FORZADA, VIOLACIÓN Y ASESINATO de la niña JENNY NARVEIZ TORRES JAIMES (14 AÑOS), así como el SECUESTRO, DESAPARICIÓN FORZADA Y POSTERIOR ASESINATO de los hermanitos de la niña, lo menores JIMMY FERNEY (9 AÑOS), JEFFERSON GIOVANI (6 AÑOS), por parte militares de la compañía “Buitres” a la cabeza del oficial del Ejercito subteniente Raúl Muñoz Linares.
Otros crímenes de lesa humanidad contra niños en Arauca.
Según denuncia hecha DARÍO TULIBILA miembro del Consejo Regional Indígena de Arauca (CRIA) “los días 27 y 28 de abril de 2003 soldados de una patrulla del Ejército de Colombia ingresaron a los caseríos y comunidades indígenas en Flor Amarillo (Tame) portando brazaletes que decían “AUC” (Autodefensas Unidas de Colombia), sin embargo los supuestos paramilitares fueron identificados por los habitantes como soldados del ejército nacional. Entre los cuales se identifico a: ALFONSO RÍOS MONTERREY, LISANDRO CAMARGO ACEVEDO, DIEGO MUÑOZ USQUIANA y otros entre las filas castrenses”.
En el texto del comunicado se informa que “En la Comunidad Parero fueron asesinados cuatro indígenas y VIOLADAS CUATRO NIÑAS DE 11, 12, 15 Y 16 AÑOS. Señalando que esta última víctima tenia 16 años y ESTABA EMBARAZADA.
Así narro el consejero indígena los hechos: “Sí, ellos agarraron a la niña OMAIRA FERNÁNDEZ DE 16 AÑOS con un cuchillo, la abrieron, SACARON VIVO EL NIÑO (de 6 meses) y después DESPEDAZARON EL FETO y ahí los echaron al río. Le faltaban tres meses para tener el niño, y es triste para nosotros. Las tres otras niñas que fueron violadas, están vivas… bueno, no sabemos si están vivas, porque después de que las soltaron, no sabemos dónde se encuentran.”
El 29 de septiembre de 2004 el soldado JORGE BASTIDAS ALVEAR cuando se hallaba adelantando labores de centinela en la vereda de “Santo Domingo”, (municipio de Tame) se ausentó de su puesto y se fue detrás de tres hermanitos menores de edad, entre ellos una niña quien fue violada por el militar. El Violador condujo a los niños por un camino solitario donde violo a la niña.
El día 7 de Abril de 2010 aproximadamente a las 6 de la mañana cuando un niña de 13 años de edad se dirigía de su casa, en el barrio Flor de Mi Llano, hasta el colegio Gustavo Villa cercano a la sede de la Brigada 18 de Arauca capital, fue violada por dos sujetos, entre ellos el soldado “profesional” DUBERNEY PAVA HENAO, adscrito de la Brigada 18 del Ejercito. La estudiante fue trasladada al hospital San Vicente donde el director Facundo Castillo, informo que: "La menor sufrió muchos golpes que la llevaron a la pérdida de la conciencia y se encuentran en estudios médicos para evaluar su conducta".
La directora del colegio Gustavo Villa, Estela Galíndez, consternada por el hecho explico lo sucedido: "Yo hablé con la niña en el hospital y me contó que ella se había ido a pie para el colegio cuando a pocos metros de las instalaciones de la Brigada 18 fue abordada por un hombre quien de inmediato la agredió y la lanzó hacia la orilla de la carretera, donde fue golpeada brutalmente y abusada por este sujeto que la violó",
Unas pocas naranjitas podridas del costal hediondo de las fuerzas militares?
Según reza el Artículo 217 letra muerta la Constitución política colombiana: “… Las Fuerzas Militares tendrán como finalidad primordial la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional…”, sin embargo de vieja data la legitimidad de las Fuerzas militares Colombianas y no por razones ajenas a su procederes esta bastante desvirtuada y reclama un cambio radical en sus estructuras organizativas, ideologías y políticas.
Nada hay de cierto en las vociferantes declaraciones de la rancia y alta oficialidad castrense que se reclaman patrióticas y soberanas, afectadas según ellos por deleznables comportamientos individuales de mandos medios y soldados, hechos aislados y extraños a las políticas institucionales y que “empañan” el buen nombre y las loables tareas del ente militar.
De todas las fuerzas militares de los países latinoamericanos formadas bajo el ala putrefacta del águila imperialista norteamericana, amamantadas en las técnicas de la tortura, el asesinato político, el secuestro y desaparición forzada y la combinación de todas las formas de terror estatal de la Escuela de las americas, las colombianas hoy son las únicas que conservan esa férrea formación asesina, antipatriótica, militarista y antidemocrática.
Quien que haya leído o vivido algunos gloriosos capítulos de nuestra historia reciente y mas concretamente de las fuerzas militares y de policía colombianas, no recuerda que por allá en los años 40 de anterior siglo soldados y chulavitas (Léase policías), corrían por campos y veredas de la geografía nacional, violando mujeres y niñ@s, asesinando y descuartizando personas, lanzando los niños recién nacidos por los aires y ensartándolos en la bayonetas?
Que hay de aquel famoso “Estatuto de seguridad” cuando cientos de hombres fueron torturados y mujeres violadas en las caballerizas de la escuela de caballería del Ejercito de la ciudad de Usaquén en Bogota?
Cuanto hace de aquellos funestos días cuando un insigne coronel del Ejército de Colombia, revolver en mano y bajo el lema “Defendiendo la democracia maestro” dirigía sus tanques de guerra y se tomaba a sangre y fuego el Palacio de justicia, incinerando lo más selecto del poder judicial colombiano y posteriormente despareciendo y asesinando a los sobrevivientes, por aquello de que los muertos no hablan.
Más recientemente, encontramos vinculados activamente a centenares de miembros de las fuerzas militares y de policía que van desde Generales, oficiales, suboficiales, soldados y agentes trabajando mancomunadamente, dirigiendo, operando conjuntamente o apoyando logística, militar y económicamente a las bandas de asesinos narcoparamilitares estatales. (No les dice nada las masacres de Mapiripan, Segovia, San José de Apartado, Trujillo entre muchas otras?).
Tampoco están muy lejanos los días en que en las guarniciones militares se recompensaba a los soldados con un “pollo asado” y dos días de permiso por entregar “Bajas en combate”. Apenas hace un año ante la exigencia de resultados por parte del gobierno a las fuerzas militares que dirigiera el entonces ministro de la defensa hoy presidente de la Republica JUAN MANUEL SANTOS, se subastaban y compraban a $500.000, ciudadanos humildes y jóvenes desempleados para luego asesinarlos, disfrazarlos de guerrilleros y presentarlos como muertos en combate para engordar los bolsillos de estos traficantes de la muerte y el dolor que se hacen llamar “héroes” de la patria.
En todos estos crímenes de Estado, de lesa humanidad, crímenes de guerra, violaciones al derecho internacional humanitario (DIH), violación a las normas del derecho penal internacional, violaciones a las normas y tratados de los derechos humanos, tienen un alto grado de responsabilidad directa o indirecta por acción u omisión, el Estado colombiano, el gobierno nacional, las fuerzas militares y de policía y como tal en su momento deberán responder ante las instancias penales internacionales.
Pese a las leyes de impunidad promovidas por el gobierno con la complicidad del “honorable” congreso de la Republica que han maniatado la aplicación de una verdadera justicia en el país, la jurisdicción penal internacional establece que estos crímenes NO PRESCRIBEN.
Ante la farsa procesal y punitiva que se aplica hoy en Colombia a los criminales militares y narcoparamilitares, a los políticos y empresarios vinculados con estas bandas asesinas y que han hecho de las cárceles y penas aplicadas verdaderas vacaciones y clubes de recreo, los tribunales internacionales tendrán que sentar en el banquillo de los acusados a todos aquellos que tienen una responsabilidad directa o indirecta como autores intelectuales y/o materiales de estos crímenes.
¡! NO SÉ POR QUÉ PIENSAS TÚ, SOLDADO, QUE TE ODIO YO ¡!
Por: Centauro Tameño.
" El destino del ejército es guarnecer la frontera. ¡Dios nos preserve que vuelva sus armas contra los ciudadanos! "
(Simón Bolívar, 25 de mayo de 1826)
Luego de superada la morbosa espuma mediática de los medios estatales de comunicación colombianos, acerca de los CRIMENES DE LESA HUMANIDAD del que fueran victimas los niños tameños a manos de militares del Ejército de Colombia, es importante poner sobre el tapete algunos aspectos relacionados con estos imperdonables hechos de sangre y horror que se suman a la larga cadena de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad convertidos en una política permanente de Estado contra los ciudadanos humildes de la patria.
Arauca – Colombia – Sur América, posee entre sus desdichas, la desgracia terrible de tener bajo su suelo el MALDITO PETROLEO, cada gota del mortal líquido extraído por las multinacionales norteamericanas es pagada con la sangre y vida de los humildes moradores de esta región colombiana. El MACHÍN GRINGO (maquina de extraer petróleo) en Arauca funciona así: Mediante un incansable balanceo entre la avaricia y la muerte, acciona una bomba extractora en el fondo del corazón de los araucanos que succiona su sangre convertida en petróleo hacia la superficie. Para garantizar un resultado óptimo de la operación, la maquinaria es aceitada básicamente con dos lubricantes; el terror militar a cargo de las fuerzas militares y paramilitares estatales y la corrupción local y nacional que garantizan la patente de corzo necesaria para establecer la impunidad como norma permanente.
Ayer, bajo el manto criminal de la “Seguridad democrática” y hoy bajo el lema de la “Seguridad Ciudadana” el asunto es el mismo; Arauca es un departamento “rico” pero con el 90% de su población sumida en la pobreza.
Arauca esta militarizado hasta con militares norteamericanos, pero las fuerzas militares y de policía solo tienen ojos, oídos, manos y corazón para proteger los intereses de las transnacionales petroleras, los politiqueros corruptos del departamento y uno que otro terrateniente de la región, mientras los araucanos de a pie caen asesinados sin que nadie diga o haga nada.
Es en este contexto es donde ocurre la violación y asesinato de los niños tameños a manos de miembros de “Glorioso” ejercito de Colombia, claro esta, estos crímenes no son los únicos cometidos en la región y mucho menos en territorio colombiano.
Los crímenes de lesa humanidad contra los niños tameños.
Según el estatuto de la Corte Penal Internacional (CPI) con pleno vigor en Colombia, se denomina Crimen de lesa humanidad “cualquiera de los actos siguientes cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque:
a) Asesinato; …
f) Tortura;
g) Violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable;…”
i) Desaparición forzada de personas (secuestro).
Los hechos:
En Colombia, América del Sur, departamento de Arauca, municipio de Tame, en la vereda Temblador, sector de Flor Amarillo, vivían junto a su padre José Álvaro Torres en un humilde ranchito los niños Jimmy Ferney (9 años), Jefferson Giovani (6 años) y Jenny Narveiz Torres Jaimes (14 años).
El día Jueves 14 de Octubre de 2010, como de costumbre su padre José Álvaro Torres quien es un campesino que trabaja como labriego salio a trabajar a una finca cercana a las 4:00 AM, dejando a los niños menores al cuidado de su hermanita mayor la niña Jenny Narveiz dado que la madre Luz Amparo Jaimes no vivía con ellos.
En horas del mediodía, don José retornó a la casa en busca de una herramienta de trabajo que le faltaba y ya los niños estaban dispuestos para dirigirse a la escuela Caño Martín donde estudiaban distante a una hora de su casa.
Al anochecer, el padre volvió a su hogar buscó a los niños y no los encontró, preocupado al día siguiente salió en su búsqueda recorriendo la vereda pero nadie le dio razón de los niños dirigiéndose posteriormente al municipio de Tame a poner la denuncia.
Moradores de la región iniciaron la búsqueda y ya a finales de la noche del día 15 se encontraron con la fosa común donde los criminales habían botado los niños luego de asesinarlos para ocultar las sobras de su macabro festín.
El día sábado 16 entrada la noche la Cruz Roja Colombiana exhumó los cadáveres de los tres niños. Según las actas de necropsia indican que la niña fue violada (Abusada sexualmente) y asesinada. Murió por un "shock hiperbólico" producido por una serie de lesiones en cuello y tórax, causadas por arma corto punzante (Machete). Los niños Jimmy Ferney y Jefferson Giovani, sufrieron traumas "de un arma corto contundente (sic) en cráneo, tórax y abdomen", según estableció el dictamen de medicina legal de Arauca.
Ante la inocultable gravedad de estos CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD cometidos contra los niños Torres Jaimes, el valor de su padre don José Alvaro torres, la solidaridad y denuncia de los vecinos, se desplegó por parte de la fiscalia un operativo que vino a confirmar lo que ya todo el mundo sabia; la irrefutable responsabilidad intelectual y material por acción u omisión de oficiales, sub oficiales y soldados adscritos a la OCTAVA DIVISON, DECIMA OCTAVA BRIGADA, BRIGADA MOVIL No 5, BATALLON No 42 DE CONTRAGUERRILAS “ HEROES DE MAJAGUAL”, COMPAÑIA “BUITRES” del “glorioso” Ejercito de Colombia en el aleve crimen contra de los niños de Tame – Arauca.
Aunque la confesión “espontánea” del asesino subteniente Raúl Muñoz Linares, intenta desviar la investigación radicando toda la responsabilidad en este solo sujeto, se sabe por las circunstancias de modo, tiempo y lugar que el crimen no fue perpetrado por una sola persona y que hay mas militares que participaron en el hecho. Por su responsabilidad fueron destituidos: El teniente coronel GERMÁN BELALCÁZAR ARCINIEGAS, el teniente coronel JAMES EDINSON PINEDA PARRA, el mayor JAMES ALBERTO GRANADOS, el hasta hoy asesino confeso subteniente RAÚL MUÑOZ LINARES, el sargento viceprimero LUIS GIOVANNI TORRIJOS MEDINA, el cabo primero JUAN ESTEBAN SÁNCHEZ BONILLA y el cabo segundo RÓBINSON JAVIER CASTRO, además la fiscalia investiga a 60 militares en relación con estos hechos todos, adscritos a la BRIGADA MÓVIL NO. 5 del Ejercito.
Hoja de vida y prontuario del criminal Subteniente Raúl Muñoz Linares.
Nombre: Raúl Muñoz Linares
Nacionalidad: Colombiano
Cedula de ciudadanía No: 93’235.121 de Ibagué Tolima
Fecha y lugar de nacimiento: 12 de Agosto de 1984 Ibagué Tolima
Edad: 26 años
Padres: Jaime Muñoz – Rosalba Linares.
Estado Civil: Unión Libre.
Profesión: Oficial del Ejercito Nacional de Colombia.
El oficial del Ejercito de Colombia subteniente Raúl Muñoz Linares (Alias Tito), nació en Ibagué y estudio el bachillerato en Escuela Normal Nacional Integrada Fabio Lozano Torrijos de Falan (Tolima), posteriormente presto servicio militar en el Batallón Patriotas de Honda, en el 2005 inició su carrera como oficial en la Escuela de cadetes del Ejercito José Maria Cordoba, en 2008, Muñoz Linares se graduó como subteniente. Estuvo en Florencia, Caquetá, y luego realizo el curso de lancero en la base de Tolemaida.
Muñoz llegó a Arauca el 10 de agosto de 2010, procedente del departamento de Caquetá y fue destinado como comandante de la PATRULLA BUITRES, del Batallón de contraguerrillas No 42 Héroes de majagual adscrito a la Brigada Móvil 5.
El primer crimen de lesa humanidad cometido por MUÑOZ LINARES en Arauca, fungiendo como subteniente del Ejercito se remonta al día 2 de octubre de 2010, en la vereda Caño Limón(Municipio de Tame), exactamente a las 12:19, ese día, el sádico asesino se ausento de su guarnición militar con el pretexto de hacer "una necesidad" y regreso dos horas después con el uniforme mojado, fusil y machete en mano, le ordenó al peluquero de la unidad que le cortara el cabello hasta quedar rasurado.
Al día siguiente, una campesina de la zona se acerco a los militares para denunciar que su hija de 14 años había sido violada por un militar, ante la falta de atención por parte de los oficiales al mando del destacamento, la señora tuvo que recurrir a la fiscalia para denunciar el hecho.
Con sus ojos llenos de lágrimas narro como: “Su hijita de 14 años había sido sacada a empujones por un militar que tenía una pañoleta y que se metió a la casa aprovechando que no había ningún adulto. El hombre intimidó a los otros niños de la casa y se llevó a la menor hasta un matorral cercano, junto a unas charcas. Allí se quitó la pañoleta con que se cubría la cara y con esta vendó a la niña. Luego, la obligó a desnudarse y abusó de ella. "Después de que él hizo lo que quiso conmigo, me dijo 'báñese con esa agua'; le dije que no porque esa agua estaba sucia, y agarró el fusil con señas de golpearme. Entonces, le hice caso", le dijo la menor a la Fiscalía”. Este hecho solo vino a tener relevancia mediática luego del escándalo por el asesinato de los niños Torres Jaimes.
El jueves 14 de octubre de 2010, siguiendo el mismo modus operandi el criminal subteniente Raúl Muñoz Linares, según testimonio rendido por otro militar de la misma unidad se estableció: "Ese jueves, desde mi cambuche, vi salir al teniente Muñoz con un fusil y un machete como a las 12 del día. Se fue solo, pero no salió por el lado del centinela sino por el lado de mi cambuche, que era el último del campamento. Luego, recibí turno de guardia y a las 3:30 p.m. lo vi entrar: llegó con el machete y el fusil, venía todo lavado del cuello para abajo, como cuando uno se mete a una piscina".
El resultado de la macabra visita a la casita de los niños tameños: SECUESTRO Y DESAPARICIÓN FORZADA, VIOLACIÓN Y ASESINATO de la niña JENNY NARVEIZ TORRES JAIMES (14 AÑOS), así como el SECUESTRO, DESAPARICIÓN FORZADA Y POSTERIOR ASESINATO de los hermanitos de la niña, lo menores JIMMY FERNEY (9 AÑOS), JEFFERSON GIOVANI (6 AÑOS), por parte militares de la compañía “Buitres” a la cabeza del oficial del Ejercito subteniente Raúl Muñoz Linares.
Otros crímenes de lesa humanidad contra niños en Arauca.
Según denuncia hecha DARÍO TULIBILA miembro del Consejo Regional Indígena de Arauca (CRIA) “los días 27 y 28 de abril de 2003 soldados de una patrulla del Ejército de Colombia ingresaron a los caseríos y comunidades indígenas en Flor Amarillo (Tame) portando brazaletes que decían “AUC” (Autodefensas Unidas de Colombia), sin embargo los supuestos paramilitares fueron identificados por los habitantes como soldados del ejército nacional. Entre los cuales se identifico a: ALFONSO RÍOS MONTERREY, LISANDRO CAMARGO ACEVEDO, DIEGO MUÑOZ USQUIANA y otros entre las filas castrenses”.
En el texto del comunicado se informa que “En la Comunidad Parero fueron asesinados cuatro indígenas y VIOLADAS CUATRO NIÑAS DE 11, 12, 15 Y 16 AÑOS. Señalando que esta última víctima tenia 16 años y ESTABA EMBARAZADA.
Así narro el consejero indígena los hechos: “Sí, ellos agarraron a la niña OMAIRA FERNÁNDEZ DE 16 AÑOS con un cuchillo, la abrieron, SACARON VIVO EL NIÑO (de 6 meses) y después DESPEDAZARON EL FETO y ahí los echaron al río. Le faltaban tres meses para tener el niño, y es triste para nosotros. Las tres otras niñas que fueron violadas, están vivas… bueno, no sabemos si están vivas, porque después de que las soltaron, no sabemos dónde se encuentran.”
El 29 de septiembre de 2004 el soldado JORGE BASTIDAS ALVEAR cuando se hallaba adelantando labores de centinela en la vereda de “Santo Domingo”, (municipio de Tame) se ausentó de su puesto y se fue detrás de tres hermanitos menores de edad, entre ellos una niña quien fue violada por el militar. El Violador condujo a los niños por un camino solitario donde violo a la niña.
El día 7 de Abril de 2010 aproximadamente a las 6 de la mañana cuando un niña de 13 años de edad se dirigía de su casa, en el barrio Flor de Mi Llano, hasta el colegio Gustavo Villa cercano a la sede de la Brigada 18 de Arauca capital, fue violada por dos sujetos, entre ellos el soldado “profesional” DUBERNEY PAVA HENAO, adscrito de la Brigada 18 del Ejercito. La estudiante fue trasladada al hospital San Vicente donde el director Facundo Castillo, informo que: "La menor sufrió muchos golpes que la llevaron a la pérdida de la conciencia y se encuentran en estudios médicos para evaluar su conducta".
La directora del colegio Gustavo Villa, Estela Galíndez, consternada por el hecho explico lo sucedido: "Yo hablé con la niña en el hospital y me contó que ella se había ido a pie para el colegio cuando a pocos metros de las instalaciones de la Brigada 18 fue abordada por un hombre quien de inmediato la agredió y la lanzó hacia la orilla de la carretera, donde fue golpeada brutalmente y abusada por este sujeto que la violó",
Unas pocas naranjitas podridas del costal hediondo de las fuerzas militares?
Según reza el Artículo 217 letra muerta la Constitución política colombiana: “… Las Fuerzas Militares tendrán como finalidad primordial la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional…”, sin embargo de vieja data la legitimidad de las Fuerzas militares Colombianas y no por razones ajenas a su procederes esta bastante desvirtuada y reclama un cambio radical en sus estructuras organizativas, ideologías y políticas.
Nada hay de cierto en las vociferantes declaraciones de la rancia y alta oficialidad castrense que se reclaman patrióticas y soberanas, afectadas según ellos por deleznables comportamientos individuales de mandos medios y soldados, hechos aislados y extraños a las políticas institucionales y que “empañan” el buen nombre y las loables tareas del ente militar.
De todas las fuerzas militares de los países latinoamericanos formadas bajo el ala putrefacta del águila imperialista norteamericana, amamantadas en las técnicas de la tortura, el asesinato político, el secuestro y desaparición forzada y la combinación de todas las formas de terror estatal de la Escuela de las americas, las colombianas hoy son las únicas que conservan esa férrea formación asesina, antipatriótica, militarista y antidemocrática.
Quien que haya leído o vivido algunos gloriosos capítulos de nuestra historia reciente y mas concretamente de las fuerzas militares y de policía colombianas, no recuerda que por allá en los años 40 de anterior siglo soldados y chulavitas (Léase policías), corrían por campos y veredas de la geografía nacional, violando mujeres y niñ@s, asesinando y descuartizando personas, lanzando los niños recién nacidos por los aires y ensartándolos en la bayonetas?
Que hay de aquel famoso “Estatuto de seguridad” cuando cientos de hombres fueron torturados y mujeres violadas en las caballerizas de la escuela de caballería del Ejercito de la ciudad de Usaquén en Bogota?
Cuanto hace de aquellos funestos días cuando un insigne coronel del Ejército de Colombia, revolver en mano y bajo el lema “Defendiendo la democracia maestro” dirigía sus tanques de guerra y se tomaba a sangre y fuego el Palacio de justicia, incinerando lo más selecto del poder judicial colombiano y posteriormente despareciendo y asesinando a los sobrevivientes, por aquello de que los muertos no hablan.
Más recientemente, encontramos vinculados activamente a centenares de miembros de las fuerzas militares y de policía que van desde Generales, oficiales, suboficiales, soldados y agentes trabajando mancomunadamente, dirigiendo, operando conjuntamente o apoyando logística, militar y económicamente a las bandas de asesinos narcoparamilitares estatales. (No les dice nada las masacres de Mapiripan, Segovia, San José de Apartado, Trujillo entre muchas otras?).
Tampoco están muy lejanos los días en que en las guarniciones militares se recompensaba a los soldados con un “pollo asado” y dos días de permiso por entregar “Bajas en combate”. Apenas hace un año ante la exigencia de resultados por parte del gobierno a las fuerzas militares que dirigiera el entonces ministro de la defensa hoy presidente de la Republica JUAN MANUEL SANTOS, se subastaban y compraban a $500.000, ciudadanos humildes y jóvenes desempleados para luego asesinarlos, disfrazarlos de guerrilleros y presentarlos como muertos en combate para engordar los bolsillos de estos traficantes de la muerte y el dolor que se hacen llamar “héroes” de la patria.
En todos estos crímenes de Estado, de lesa humanidad, crímenes de guerra, violaciones al derecho internacional humanitario (DIH), violación a las normas del derecho penal internacional, violaciones a las normas y tratados de los derechos humanos, tienen un alto grado de responsabilidad directa o indirecta por acción u omisión, el Estado colombiano, el gobierno nacional, las fuerzas militares y de policía y como tal en su momento deberán responder ante las instancias penales internacionales.
Pese a las leyes de impunidad promovidas por el gobierno con la complicidad del “honorable” congreso de la Republica que han maniatado la aplicación de una verdadera justicia en el país, la jurisdicción penal internacional establece que estos crímenes NO PRESCRIBEN.
Ante la farsa procesal y punitiva que se aplica hoy en Colombia a los criminales militares y narcoparamilitares, a los políticos y empresarios vinculados con estas bandas asesinas y que han hecho de las cárceles y penas aplicadas verdaderas vacaciones y clubes de recreo, los tribunales internacionales tendrán que sentar en el banquillo de los acusados a todos aquellos que tienen una responsabilidad directa o indirecta como autores intelectuales y/o materiales de estos crímenes.
¡! NO SÉ POR QUÉ PIENSAS TÚ, SOLDADO, QUE TE ODIO YO ¡!
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